16 dic 2013

¡American Apple Pie! (O tarta de manzana americana). La tarta que quiso ser y no fue...

16 dic 2013


¡Ya estoy aquí! ¡Os dije que volvería pronto! Aunque no me creyéseis... 
La gente que me conoce sabe que soy una perfeccionista y que todo lo que haga tiene que estar pulcro y perfecto porque si no, me cabreo. Y mucho.
Pero resulta que las Navidades están a la vuelta de la esquina (qué os voy a contar que no sepáis) y que, muy a mi pesar, voy a tener que hacer un parón en todas las recetas que tengo pendientes de publicar para dejar paso a las recetas que pretendo hacer esta Navidad porque si no, ¡os las publicaré cuando ya estemos en Carnavales!
¡Y no me gusta un pelo que el orden de publicación no sea el mismo que el orden en que las he hecho! Soy una maniática, no lo puedo evitar.




Y tras esta confesión de mis problemas con la perfección os voy a contar la historia que me llevó a hacer esta Apple pie, que aunque no sea navideña puede ser perfecta como postre en una de esas cenas abundantes que nos esperan en estas fechas.

A mi padre no le gusta la nata, ni la crema pastelera, y no hablemos del buttercream de los cupcakes... La única tarta que le gusta en el mundo es la tarta de manzana, ¡así que me dije que ya iba siendo hora de que hiciese alguna receta que él tambíén tomase!
Pues una servidora, siguiendo su lógica ingenieril, pensó:
Vale, sí, lo que está claro es que tengo que hacer tarta de manzana, pero... ¿La tarta clásica con hojaldre y crema? ¿O la americana directa al horno y sin crema?
Si la crema pastelera no le gusta, tampoco le gustará en la tarta de manzana aunque sea su preferida, ¿no?
Error. Resultó que como no llevaba crema al señorito no le gustó.
Y claro, terminó en mi maléfico plan de cebar a mi novio.

APPLE PIE (TARTA DE MANZANA AMERICANA) (Ingredientes para un molde de tartaletas de unos 25cm. Del libro 'Objetivo: tarta perfecta' de Alma Obregón)
- Para la masa:
400g de harina
250g de mantequilla sin sal muy fría y cortada en cubitos
60 ml agua muy fría

- Para el relleno:
1 kg de manzanas (Yo las usé Golden, podéis usar las que queráis)
45g de harina
45g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
60g de azúcar moreno
1 yema de huevo
30ml de nata para montar
El zumo de 2 limones
2 cucharaditas de canela
Si queréis podéis añadir pasas al gusto... Yo no las eché porque las odio a muerte.

Comenzamos haciendo la masa. Mezclamos la harina y la mantequilla en un bol grande hasta que parezcan migas, momento en que añadiremos el agua muy fría. Vamos añadiendo agua hasta que la masa deje de ser pegajosa y si nos pasamos añadimos más harina hasta que consigamos una masa firme. Hacemos dos bolas, las envolvemos en film transparente y las metemos en la nevera 45 minutos. Pasado este tiempo estiramos una de ellas haciendo un circulo y la ponemos en el molde previamente engrasado y espolvoreado con harina. No cortéis todavía la masa sobrante.


Estiramos la otra bola también y refrigeramos ambas partes de la masa mientras preparamos el relleno.
Picamos las manzanas y las pasamos por el limón. Mezclamos en un bol la canela, el azúcar, la harina y las manzanas (y las pasas si le ponéis). Lo ponemos todo en el molde y añadimos por encima la mantequilla partida en trozos. Mezclamos la yema con la nata de montar y pincelamos un poco los bordes.
Tapamos la tarta con la bola de masa que teníamos estirada.

Yo me sentí un poco así...Jajaja

Podéis taparla totalmente y decorarla con la masa que os sobre o hacer un enrejado. Yo es que tenía ganas de probar a hacerlo.
¡Prometo paso a paso la próxima vez! Que aún tengo que mejorarlo un poco jejeje.

¡Es una tarta de cuento!

Cortamos la masa sobrante y pincelamos toda la crema con la mezcla de yema y nata.
Si hacéis esta tarta en verano o la temperatura en vuestra cocina es muy alta, es recomendable que la refrigeréis unos 40 minutos o hasta que esté firme antes de hornearla. Si no, ¡pues nada!
Horneamos 30 minutos a 200ºC y después otros 50 minutos a 160ºC. Ya sabéis que los tiempos dependen un poco de cada horno, la tarta estará lista cuando la masa esté dorada y las manzanas burbujeen.


Me sobró un pelín de masa, así que hice unas palmeritas. Las que se ven en la parte izquierda de la foto. Y ésas sí que se las zampó mi señor padre.
Si os pasa, y queréis hacerlas, solamente tenéis que estirar la masa, espolvorear un poco de azúcar por encima y empezar a enrollarla por un lado hasta la mitad y luego por el otro, hasta que los dos rollos se junten en el centro. Cortáis en rodajitas con cuidado y las pasáis a la bandeja de horno forrada previamente con papel de hornear.
Las pintamos con la mezcla de yema, espolvoreamos más azúcar por encima y metemos en el horno a 180ºC durante unos 10 minutos, hasta que empiecen a dorarse.


La verdad es que es un postre genial para cualquier época del año.
¡Y con fruta, mamá! ¡Que luego me dices que nunca tomo fruta!



Espero que os animéis a hacerla y me contéis.
¡Besitos dulces!

PD.: Me atrevo a decirlo con tanta seguridad porque ya han pasado los únicos dos exámenes que tenía este cuatrimestre (¡uno de ellos ya sé que tiene un notable!) y las entregas de prácticas que me quedan más urgentes son para esta semana, así que ahí va:
¡Tengo intención de volver durante esta semana con dos recetas muy navideñas! ¡Navideñas de verdad! ¡Estad atentos!

3 comentarios:

Me encanta leer vuestros comentarios y conocer vuestra opinión, ¿me dejas el tuyo?
¡Muchas gracias por leerme!

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