Lo siento.

Lo he vuelto a hacer.


Ha sido imposible resistirme.

Mi adicción al queso no ha remitido.

¿Y qué hago yo?

Venirme a una de las dos únicas regiones que tienen derecho a fabricar queso gorgonzola: Piemonte.



Después vino lo mejor, ¡empezar a hacer las maletas! Eso sí, con una semana de antelación, porque veía venir que lo iba a pasar mal intentando meter todo lo que quería en dos maletas jajajaja.
Además. el día antes de irnos era el cumple de Carlos y tenía que cumplir la tradición de su tarta. Al final, maletas hechas con éxito (posible gracias a la ayuda de mamá) y tradición cumplida para venir a Torino con un buen sabor de boca.

Total.

Al final tuvimos la suerte de encontrar casa enseguida y después de unas cuantas visitas a Ikea por fin tenemos todo organizado, así que aquí estoy de vuelta.

Lo que hoy os traigo son unas Croquetas de Gorgonzola(SÍ!!!), Manzana y Nueces. Estas delicias son resultado del AsaltaBlogs de este mes, y ahí estaba yo, atracando sin piedad la despensa de las chicas de El mito del sofrito.


Tienen una cantidad de recetas increíbles para todos los gustos, pero cuando vi estas croquetas me lancé como loca a por ellas, ¡tenían que ser MÍIIIIAS!
El virus de El Capitán Rábano se extiende peligrosamente...

CROQUETAS DE GORGONZOLA, MANZANA Y NUECES (A mí me han salido 25 croquetas)
-Para la bechamel:
100g de mantequilla + 1 cucharadita
100g de harina
350ml de leche
1 cucharada de azúcar moreno
150g de queso gorgonzola (o más, no pasa nada :P)
1 manzana
Un puñado de nueces
Sal y pimienta al gusto

-Para el rebozado:
Huevo (Yo he necesitado 2 medianos)
Pan rallado
Aceite para freír

Pelamos y cortamos la manzana en dados pequeños. Derretimos la cucharadita de mantequilla en una sartén y salteamos la manzana un poquito. Añadimos el azúcar moreno y lo dejamos a fuego lento durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
Para la bechamel, derretimos a fuego lento el resto de mantequilla en un cazo y añadimos poco a poco la harina, sin dejar de remover jamás de los jamases. Añadimos la leche poco a poco y seguimos removiendo sin parar, siempre a fuego bajo. Añadimos sal y pimienta a nuestro gusto. Nuestra bechamel estará lista cuando no sepa a harina.

Tengo que decir que es la primera vez que consigo hacer una bechamel perfecta, sin un grumo, ¡y sin necesidad de pasar la batidora! Ha sido un asalto arriesgado porque no sé qué hubiera pasado si me hubiese quedado mal, ¡aún no me he hecho con una batidora aquí!

Añadimos el queso en trocitos (sin escatimar, ¡no seáis rácanos con ésto!) y removemos hasta que se deshaga, siempre a fuego lento. Incorporamos las nueces troceadas y la manzana, y mezclamos bien. removiendo unos minutos más.


Extendemos la masa en un plato y, una vez fría la tapamos con papel film y la dejamos en la nevera unas horas (yo la dejé de un día para otro y estaba espectacular).

Y aunque aquí la asaltadora soy yo, resulta que también me vi asaltada:

¡Pillado con las manos en la masa!

Quien roba a un ladrón...

Para hacer las croquetas hacemos bolitas de masa y las pasamos por pan rallado, después por el huevo batido y de nuevo por pan rallado, para que no se abran.


Las freímos en el aceite bien caliente y, cuando estén doraditas, las sacamos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Podéis freír todas o congelar algunas después de rebozarlas, que fue lo que hice yo, ¡para disfrutar el doble!

Si os gusta el queso os van a encantar.

Nos leemos pronto.

¡Besitos dulces salados!