3 oct 2013

¡Me lo estaban pidiendo a gritos! ¡Pizzaaaaa!

3 oct 2013


¡Perdón, perdón, perdón! He estado híper desaparecida, pero es que entre los trabajos de la uni, las clases, el trabajo y el preparar el currículum para empezar a buscar prácticas, ¡me ha sido imposible escribir!
A cambio os tengo novedades: la entrada de hoy tiene poco azúcar. Es más, no tiene nada de azúcar.


Y diréis: ¿Pero por qué? ¿Se te ha ido la olla? ¿Es que te has olvidado de cómo se llama tu blog? Y no, no me he vuelto loca, es que mi querido Guillermo se ha encargado de recordarme cada vez que me ve por los pasillos de la uni, por Twitter y por WhatsApp (incluso suplantando a mi compañera María... Y creo que porque no ha encontrado más maneras) que también quiere cosas saladas. Así que dicho y hecho.

Pero antes, un 'flashback'. Me he dado cuenta de que en el último post os enseñé la tarta de cumple que siempre le hago a mi chico, ¡pero no os enseñé la primera de la saga! Y no os voy a dejar con las ganas ahora...


¿Qué os parece? Vamos mejorando, ¿no?
Y sí, he dicho saga. ¿Me creéis ahora cuando os decía que era su prefe? Estoy condenada durante el resto de mi vida a hacer tartas San Marcos al menos una vez al año... ¡Y yo encantada!

Ahora sí, volvemos al presente.
Ésta ha sido la primera vez que la he hecho, porque hasta ahora en casa siempre la había hecho mi madre, pero llevaba tanto tiempo diciendo que la quería hacer, ¡que no pude aguantar más!

PIZZA (Con estas cantidades a mi me salieron 3 pizzas medianas)
1kg de harina de trigo (Se supone que es mejor si es harina de fuerza, pero yo usé harina de trigo normal)
1/2 litro de agua templada
25g de sal
50ml de aceite de oliva virgen extra
25g de levadura fresca de panadero (Yo usé la de Levitel, pero también podéis usar un sobrecito de levadura seca de panadero)

Ponemos la harina en un bol y la removemos bien. Hacemos un hueco en el centro y echamos el agua templada con la levadura disuelta en él. Con la ayuda de una cuchara de madera vamos mezclando poco a poco, desde el centro hacia fuera, hasta que la mezcla sea homogénea. Añadimos el aceite y la sal y removemos. Cuando nos sea imposible seguir removiendo la masa con la cuchara de madera, espolvoreamos harina en la superficie donde vamos a amasar y sacamos la masa del bol.


Estiramos la masa en forma de churro, la retorcemos en espiral y la volvemos a juntar. Repetimos varias veces para que vaya cogiendo elasticidad. Amasamos y amasamos (esparciendo la harina que sea necesaria para que no se nos pegue a la superficie) hasta que esté lista (lo notaréis porque ya no se os pegará a las manos).
Volvemos a poner la masa en el bol, la ponemos en un lugar templadito y la tapamos con un paño.
Esperamos en torno a 1 hora para que doble su volumen.
No os asustéis como mi novio que, cuando fuimos a ver si ya estaba lista, se dio tal susto al ver lo grande que se había hecho que gritó: "¡Madre de Dios!". Os podéis imaginar las risas que vinieron después por mi parte...jajaja
Cuando la masa esté preparada la estiramos, la cortamos del tamaño que nos parezca y la ponemos encima de la bandeja del horno forrada con papel de hornear. Extendemos por la base tomate frito y mozzarella...


¡Y los ingredientes que más nos gusten!: las que yo hice fueron de jamón, queso y champiñones, de atún y bacon, y de chorizo (¡no os olvidéis del orégano! Ejem...). Precalentamos el horno a 180ºC y horneamos cada una en torno a 15 minutos.

Aquí podéis observar, aparte de las pizzas que hice,
 el chiringuito que nos montamos para ver el derby... 
Por cierto, mi hermano y Carlos siguen 
siendo tan amiguitos como antes del partido. 
Aunque mi hermano está dolido por la derrota... Jajajaja

¡Disfrutadla!
¡Besitos dulces salados!

1 comentario:

  1. Yeaaah, cosa salada y mención en blog. You, mah friend, have made my day (or night en mi caso). Me voy satisfecho :D :D :D

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¡Muchas gracias por leerme!

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